Se trata de uno de los mecanismos introducidos por el RGPD, con el fin de proporcionar una mayor protección y control a los ciudadanos sobre sus datos personales.
Este derecho facilita al interesado la posibilidad de requerir que sus datos personales “desaparezcan” o “no dejen rastro en la red”.
Además, contribuye a reforzar el consentimiento, permitiendo al interesado que ha consentido en un momento inicial el tratamiento de sus datos, revocarlo y solicitar que sus datos sean eliminados de forma permanente.
Es decir, podemos solicitar que eliminen nuestra información personal de Internet cuando atente contra nuestro derecho al honor, a la intimidad o a la propia imagen.
Y también cuando se trata de información obsoleta que ya no tiene sentido que se siga teniendo acceso a ella.

